16 de febrero de 2012

Tal vez.



Puede que hay cometido mil y un error. Que no haya tomado la decisión adecuada. Me he equivocado de dirección. Pero de los errores se aprende, y estoy dispuesta a no volver a fracasar. Esta vez no. Ya no seré esa niña que quería todo a sus pies sin esfuerzo, con una lágrima lo tenía, lucharé por lo que deseo, e iré en una única dirección, solo una dirección. La adecuada, la que me lleve a lo que deseo, la que no sea la equivocada, la que este llena de esfuerzo, de errores cometidos, pero de tantas lecciones aprendidas. Por que si te caes, te levantas y te vuelves a caer, no habrá valido la pena, en cambio si lloras, te das cuenta y te levantas, sí merecerá la pena. Por que la adolescencia se basa en eso en errores, en fracasos. En aprender de ellos. Así que comete todos los que sean necesarios.
Tal vez luego sea demasiado tarde...

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